Roberto nació en San Juan el 10 de enero de 1950, y estudió Medicina en la Universidad Nacional de Cordoba.
Fue residente de Medicina Interna en el antiguo Hospital Ferroviario, y se especializó en Inmunología. Llegaría con los años a ser docente y director del Instituto de Inmunología de la FCM, y Jefe del Servicio en el Hospital Central.
Fue electo Decano de la FCM en dos periodos: 2008-2011 y 2011-2014. Durante el actual gestión del Dr. Esteves, Roberto fue Consejero Directivo hasta el momento de su jubilación, el pasado 4 de julio.
Fue un médico muy estudioso, comprometido con la atención de sus pacientes, y preocupado por el crecimiento institucional de la FCM. Siempre fue una persona muy activa, y así la muerte lo sorprendió practicando deportes en su provincia natal.
Sus amigos y colegas no encuentran consuelo, e intentan acompañar a la familia en este momento de hondo pesar.
Quienes integramos la comunidad de la FCM deseamos expresar nuestra aflicción por esta inesperada e infausta noticia, y acompañamos en el dolor a su familia y amigos, en especial a su esposa, la Dra. Patricia Garramuño de Vallés, Profesora titular de Fisiologia Patológica de nuestra casa de estudios.
Roberto, en palabras de un estudiante
Roberto Vallés, un trabajador incansable: algunas palabras para transmitir lo que pude conocer de Roberto Vallés en estos seis años.
Antes de conocer a Roberto iba con muchos prejuicios. Él era Decano de la Facultad y yo me presentaba reclamando distintas situaciones desde el Centro de Estudiantes. Sin embargo terminé descubriendo una gran persona. No perdía un minuto de trabajo. Estudiaba hasta el último detalle de todos los temas a tratar y siempre quería estar al tanto de todo. Siempre era puntual y nunca faltaba ni siquiera a una comisión. Era absolutamente fiel a sus principios.
Tenía un compromiso inquebrantable con la calidad educativa y la Universidad Pública. Quería que todas las actividades que organizáramos sean gratuitas para los estudiantes y gestionaba los medios para que pudiéramos hacerlo. A la hora de defender nuestra Facultad en reuniones con otras instituciones era un luchador, nunca se iba a quedar callado cuando sabía lo que era correcto. Era incapaz de ceder a sus convicciones para quedar bien con alguien. Era ejecutivo y sincero. Podíamos tener fuertes discusiones pero siempre con respeto y jamás tomaba una diferencia como una ofensa personal. Era muy difícil quebrar su postura, pero podía cambiar de opinión y seguía dispuesto a colaborar cuando se votaba una propuesta distinta a la suya.
Nunca tomó una decisión basándose en un interés político o personal. Siempre prevalecía lo que consideraba mejor para el futuro de la Facultad. Así es que lo terminé considerando como una de las personas que más ha trabajado por nuestra casa de estudios.
También tuve la oportunidad de conocerlo como médico. Jamás aceptó cobrarme una consulta, me decía que no podría cobrarle a un futuro colega por más de que yo estuviera en segundo año. Hacía un examen físico minucioso y tomaba la conducta más apropiada.
Roberto tenía una iniciativa y un compromiso tan grande que transmitía una energía y jovialidad que nos impulsaba a trabajar y estudiar más para estar a la altura de sus discusiones.
Es una persona irremplazable pero ojalá entre todos podamos seguir transmitiendo esa energía y hacer de la Facultad de Ciencias Médicas un ejemplo de educación en salud.
Así caracterizó Agustín Rolando López, estudiante de la PFO, al Dr. Vallés