El 2016 agota sus últimas horas, a la espera de renovar las esperanzas y las ilusiones.
Más allá de los avatares del año que vamos a abandonar, seguramente podemos encontrar momentos y sensaciones valiosas, de plenitud y encuentro.
Precisamente, ese es el deseo y el propósito con que queremos iniciar el 2017: ser capaces de construir espacios y vivencias de plenitud y crecimiento, personal y comunitario.
Con nuestra ventura laboral y profesional, crece y se agiganta nuestra historia institucional y la huella señera de la universidad pública en la sociedad.
Queremos reunirnos a brindar colectivamente por esto, y empezar a construir a partir del primer minuto del año nuevo.