La presente instancia de Autoevaluación Institucional de la FCM, que se da en el marco del proceso de acreditación de la carrera de medicina ante la CONEAU, es una excelente oportunidad de analizar y reconocer la multiplicidad de campos disciplinares y el extenso campo de formación e intervención profesional que atraviesan los derechos humanos.
Si bien la temática, entendida como conocimiento de la historia y recuperación de la memoria, constituye un eje transversal en la formación académica/profesional y en la consolidación de la ciudadanía universitaria, resulta un desafío incluirla en instancias formales.
De esta forma, la Universidad Pública suele asumir un rol de formadora profesional y perder su potencial crítico en la formación de ciudadanos, la promoción del desarrollo de la conciencia política y la sensibilidad social y cultural. es muy difícil su inclusión en instancias formales.
Se hace necesario evitar la tendencia a la profesionalización excesiva y exclusivo desarrollo de conocimientos técnicos, generalmente de carácter instrumental, con escasas referencias a los contextos en las que las prácticas profesionales se desarrollan, y asegurar espacios de formación y reflexión sobre problemáticas de DDHH.
Como universidad pública e institución del Estado, estamos obligados a garantizar la protección de los DDHH, a través de la formación académica y de las propias prácticas institucionales.
Adicionalmente, sumado a que nuestra institución es voz autorizada y legitimada socialmente para señalar situaciones de vulneración de derechos en la sociedad, como casa de estudio de carreras de salud tenemos un papel clave en la construcción del respeto y la consideración de los seres humanos como igualmente dignos.