El Consejo Superior, mediante Ord. N°50/2018, prohibió el consumo de tabaco, en cualquiera de sus modalidades, en todo espacio cerrado de la UNCUYO, incluyendo patios internos de Dependencias y Unidades Académicas.
Docentes, personal de apoyo académico, egresados/as y estudiantes deben cumplir con esta normativa.
Además, nuestra comunidad invita a toda persona que visite la Universidad a cumplir con los objetivos institucionales de prevención y promoción de la salud y cuidado del medioambiente.
Ambientes saludables en UNCUYO
Los ambientes saludables han sido eje central de este proyecto por su importancia a la hora de garantizar la salud de la población de la UNCuyo
En nuestro país, la exposición al humo de tabaco afecta a las personas no fumadoras tanto como a fumadores, aumentando hasta en un 30% el riesgo de enfermedad cardiovascular, en un 25% el riesgo de padecer cáncer de pulmón y hasta en un 70% el riesgo de cáncer de mama en mujeres jóvenes, entre otras enfermedades.
Las leyes nacionales 26.687 y 7.790 establecen la prohibición de fumar en ambientes cerrados haciendo principal hincapié en los establecimientos educativos.
Desde la Coordinación de Salud Integral junto a las secretarías de Asuntos Estudiantiles de cada unidad académica, se coordinan esfuerzos para garantizar que todos los espacios cerrados: aulas, pasillos, oficinas, buffets, entre otros, sean 100% libres de humo de tabaco.
Además del daño que genera en fumadores/as y no fumadores/as el consumo del cigarrillo, sus residuos como las colillas, generan un gran impacto ambiental al ser tiradas al piso, canteros, o espacios verdes.
Los efectos de fumar tabaco
Más de 50 años atrás ya se sabía que el tabaquismo es perjudicial para los/as fumadores/as, pero tan solo hace 25 se comenzó a alertar sobre el riesgo que implica el humo ambiental de tabaco para los/as no fumadores/as.
El humo de tabaco contiene más de 4000 productos químicos conocidos (cadmio, plutonio, DDT, arsénico y muchos más), de los cuales por lo menos 250 son nocivos y unos 50 son cancerígenos.
En espacios cerrados todas las personas quedan expuestas al humo ambiental de tabaco y sus efectos perjudiciales para la salud.
Cuando se fuma en un ambiente cerrado las sustancias del humo ambiental de tabaco quedan en suspensión y permanecen por muchas horas e incluso días o semanas. No alcanza con ventilar para removerlas. Tampoco los extractores de aire. Al ventilar el humo y el olor se van pero las sustancias quedan en suspensión, pegadas a cortinados, muebles, alfombras, la ropa y el cabello.
El tabaquismo pasivo es causa de graves enfermedades cardiovasculares y respiratorias, entre ellas la cardiopatía coronaria, el cáncer de pulmón y el síndrome de muerte súbita en el lactante.
Los entornos totalmente exentos de humo de tabaco ofrecen la única protección eficaz.