La Universidad decidió reconocerlos durante la Colaciòn de Egresados 2017 de la FCM, en virtud de sus trayectorias, méritos y destacados aportes a esta Casa de Estudios en el campo de sus respectivas especialidades.
En el caso de Motta por su labor como profesional dentro de la actividad hospitalaria en el Hospital Central como médico residente, jefe de residentes, entre otros cargos, y como miembro del directorio del Hospital “Carlos Pereyra”. A su vez se pondera su trabajo permanente para mejorar la asistencia hospitalaria, en varios ángulos de la medicina asistencial, desde los médicos, los ejecutivos, los de organización de sistemas de salud y los de índole económica.
En tanto que en el caso de Fernández, entre otros motivos, se lo reconoció por su contribución en lo académico a través de una línea de trabajo que lo llevó a conducir numerosos proyectos de investigación, vinculados, algunos de ellos, con instituciones de reconocido prestigio en el exterior. También se pondera su trabajo en proyectos relacionados con la producción, purificación y dosificación de neurotoxinas botulínicas del tipo A y B para uso terapéutico y animal, y por su desempeño en la producción de la toxina “Artox”, tras obtener un subsidio EMPRETECN PAEBT del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación.