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Lamentables daños en la FCM, en el marco de un festejo de egresados y egresadas de Medicina

Nuevamente nuestra comunidad educativa contempla con sorpresa y pesar los daños a las instalaciones de la Facultad, provocados el viernes 2 de diciembre, en el marco de los "festejos" por haber rendido la última materia de 5to año de la carrera de Medicina.

imagen Lamentables daños en la FCM, en el marco de un festejo de egresados y egresadas de Medicina

En virtud de lo ocurrido, la Secretaría de Asuntos Estudiantiles procedió a emitir una comunicación a quienes aprobaron y lograron avanzar al último año de la carrera. En ella, aprovecha una vez más la oportunidad de congratularse y felicitar por el logro. Los resultados positivos son fruto del esfuerzo de estudiantes y familias, y un logro compartido también por una comunidad formada por docentes, autoridades y personal de apoyo académico, y mérito de un Estado y la sociedad que sostienen una educación pública y gratuita.

Sin embargo, en una no tan grata misión, la misiva pone en cuestión la modalidad y resultados de los festejos con los que egresados/as y allegados/as celebraron la ocasión. Las instalaciones de la Facultad volvieron a ser vandalizadas, resultando dañadas paredes exteriores recientemente pintadas, pisos y canteros, que han sufrido múltiples manchas y escrituras con tinturas. Además, como ya es una triste costumbre, fue notable la acumulación de basura abandonada caóticamente en los alrededores, cuando existen depósitos señalizados para su descarte en las proximidades a la zona de festejo.

Es menester recordar, una vez más, que se encuentra vigente la Ordenanza N° 4/2019 de Consejo Directivo, que establece las Normas Básicas para el cuidado del Edificio de la Facultad durante los festejos de egreso. En el artículo 3° se consigna el procedimiento administrativo a aplicar en casos en los que se contravenga lo descripto como Festejo Responsable.

Se insta a reflexionar sobre lo sucedido, como un primer paso para avanzar sobre medidas de reparación de los daños ocasionados.

A su vez, reiteramos el deseo de que comencemos a instalar, como comunidad educativa, una nueva cultura del festejo, en la que celebrar no signifique poner en riesgo la integridad física de las personas o los bienes públicos de la institución, convertir el escenario en un basurero a cielo abierto, deteriorar las condiciones en las que desarrollan sus actividades otros/as integrantes de la institución, o menoscabar el trabajo de personal de limpieza. El festejo puede ser motivo de alegría y orgullo de todos y todas, pero eso implica un compromiso en el cambio.

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