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María Inés Correa Llano

imagen María Inés Correa Llano


Nació el 23 de septiembre de 1947. Perteneciente a una familia tradicional de conocidos abogados, María Inés asistió al colegio Sagrado Corazón. Participaba también de un grupo de girls scout con las cuales hacían excursiones.
 
Su amiga Elisa Villalba relata en Hacerse cargo que se conocieron de pequeñas: “Ella venía con su familia a veranear acá, a La Puntilla, y nos juntábamos siempre en los veranos a jugar, a andar en bicicleta. Yo aprendí a andar en su bicicleta; esa bicicleta era la única que había en la zona. Salíamos a andar con ella; era una persona sumamente inquieta, movediza, como buena petisa… La casa de ella a mí siempre me llamaba la atención porque los niños en su familia comían aparte… en casa comíamos todos juntos. Tenían una persona, una señora que se ocupaba de ellos… una persona que creo que era extranjera… francesa”.
 
María era bajita, de boca pequeña, ojos redondos, chiquitos y vivaces.
 
Al promediar la secundaria empezó a preocuparse por la realidad social, y eso trajo duras consecuencias en la relación con su familia, que la veía como una ‘oveja descarriada’.
 
María Inés estudió para instrumentista, trabajaba en el Hospital Central y era docente en la Facultad de Ciencias Médicas.
 
Oscar Rojas recuerda: “Inesita era de familia patricia. Un encanto de mujer y profesionalmente impecable. Me ayudó en cirugías del Hospital Central en el Servicio de Cardiocirugía del cuarto piso y en Cirugía Experimental de la Facultad”.
 
Mientras tanto, se interesaba en la política y participaba de las actividades promovidas por el padre “Macuca” Llorens en el barrio San Martín. Llorens, impulsor de los Campamentos Universitarios de Trabajo (CUT), convocó a jóvenes con diferentes orientaciones políticas a trabajar para mejorar la vida de las personas que vivían en el barrio, que en ese momento era un basural. La organización tenía distintos objetivos: la construcción de viviendas, la educación y una alimentación adecuada que se elaboraba y distribuía en un pequeño comedor que además servía para impartir las clases de apoyo.
 
María Inés Correa Llano militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y colaboraba en el San Martín junto con su compañero, Carlos Jakowczyk Novic, quien enseñaba deporte.
 
Carlos y María Inés se conocieron cuando él estuvo internado en el Hospital Central, donde ella trabajaba, y se casaron. Vivían en la vieja casona familiar de La Puntilla, en la construcción asignada a las personas que cuidaban el inmueble. Ella estaba embarazada de siete u ocho meses.
 
El 16 de setiembre de 1976 en horas de la madrugada secuestraron en su domicilio de La Puntilla, Departamento de Luján de Cuyo, a María Inés Correa Llano y su esposo Carlos Jakowczyk, de 29 y 30 años, respectivamente.

Texto consignado en Lesa Humanidad Mendoza.