Un nuevo año que despedimos. Y otro al que le damos la bienvenida, bajo promesa de que será espléndido, provechoso, o al menos benévolo. Pero nos encuentra brindando, y juntos, una vez más.
Con la excusa del brindis, nos encontramos y nos reimos con ganas, y nos deseamos mutuamente futuros buenos momentos. Es una costumbre que queremos mantener, la del encuentro. Y la de la sonrisa franca, y el abrazo afectuoso que trasciende el dìa a dìa de oficina y clases.
¡Salud, y gracias a todos/as!