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Participamos con pesar el fallecimiento del Dr. Armando Bermejo Moroni

Médico y docente de la FCM, había nacido en 1953. Su deceso se produjo el pasado 24 de febrero. Sus compañeros/as y amigos/as nos acercan una semblanza de Armando como homenaje.

imagen Participamos con pesar el fallecimiento del Dr. Armando Bermejo Moroni

Lo recordaremos por siempre por su bonhomía, sencillez, honradez y trato humano. Generosidad docente insuperable, tanto con sus alumnos como con sus colegas.

No le fue fácil la vida, pero con su fe y entereza inquebrantables supo llevar adelante los inconvenientes que se le plantearon.

Cursó sus estudios primarios en la Escuela Dr. Guillermo Rawson en Godoy Cruz, destacándose ya como abanderado y luego egresó como Perito Mercantil del Colegio Martín Zapata. Ingresó posteriormente a la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo. Luego de egresar como Médico, obtuvo los títulos de Especialista en Clínica Médica, en Endocrinología y en Diabetes.

Su desempaño profesional y reconocimiento por sus pares lo llevaron a ejercer la Presidencia del Capítulo Cuyo de la Sociedad Argentina de Diabetes en el bienio 2003-2004 y de la Sociedad de Endocrinología y Metabolismo de Mendoza en el bienio 2007-2009.

Su amplia trayectoria docente la realizó en las áreas de Práctica Profesional, Fisiología y Fisiopatología de la Escuela de Nutrición de la Universidad Juan Agustín Maza, en el Área de Medicina Interna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Mendoza. En la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo, desde alumno lo recordamos como monitor de Histología, y luego de egresar tuvo un destacado desempeño en las Áreas de Relación Médico Paciente I y III, Clínica Médica y actualmente era Docente del Área de Endocrinología, Metabolismo y Nutrición. Dirigió en la Práctica Final Obligatoria el curso de Emergencias Endocrinológicas y dentro del Área el “Ateneo de Endocrinología”, que en adelante llevará su nombre.

Cuán diferente es la vida de las personas. Algunas luchan por los logros de diversa índole. El Dr. Bermejo fue un definido luchador por su familia. Nunca le escuchamos quejarse de los problemas, de enorme magnitud, que debía afrontar todos los días, y sin solución posible. Era un luchador neto, honesto, trabajador, estudioso, dedicado a sus pacientes, muy creyente de Dios. A ese Dios que el mencionaba cada día es a quien hoy invocamos sus amigos por su muy merecido descanso en Paz.

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