Si bien Finlay fue un científico integral, el mayor reconocimiento le llegó por resolver las pugnas y contradicciones entre contagionismo y anticontagionismo.
En 1881, en ocasión de celebrarse la Conferencia Sanitaria Internacional de Washington, dio a conocer su teoría sobre el contagio de enfermedades. Allí se refirió a la existencia de una corriente demostrable cientificamente basada en la transmisión de enfermedades de un individuo enfermo a otro sano por conducto de vectores biológicos.
Mediante la aplicación de esta teoría a la propagación de la fiebre amarilla, descubrió que el mosquito Aedes aegypti era el único agente capaz de transmitirla.
Finlay creó el método experimental de producir formas atenuadas de la fiebre amarilla en los seres humanos, lo que no sólo le permitió comprobar la veracidad de sus concepciones y descubrimientos, sino también iniciar el estudio de los mecanismos inmunológicos de las enfermedades infecto contagiosas.
Formuló las reglas básicas para la erradicación del mosquito, con lo que dio inicio al método sanitario-social conocido como lucha antivectorial que aún se practica.
En este Día del Médico, la FCM saluda a todos aquellas personas que decidieron consagrar sus estudios y sus profesiones a la sanación y la prevención sanitaria.