En el día de ayer se produjo el traspaso de los atributos entre salientes y flamantes abanderados/as y escoltas. La presentación tuvo lugar en el hall de entrada de nuestra Facultad con presencia de autoridades, docentes y allegados/as de los y las estudiantes destacados/as.
El acto tuvo como objetivo la delegación del compromiso y el honor de portar y escoltar las Banderas Nacional y Provincial. También se reivindicó y reconoció a los estudiantes que tuvieron dicho honor en el ciclo anterior y que este año dejan esta labor a sus compañeros, instancia que marca trayectorias personales y ciudadanas.
El decano de la Facultad de Ciencias Médicas, Roberto Miguel Miatello, dirigió unas palabras alusivas a la portación de nuestro símbolo patrio, detallando la historia que tiene nuestra bandera desde su primer enarbolamiento.
Un reconocimiento que el propio General Manuel Belgrano supo llevar adelante en el 1812, al mandar a confeccionar la bandera que juraría el Ejército del Norte un año después, en su victoria frente al Ejército Realista. Sin embargo, no fue reconocida como tal sino hasta el 20 de julio de 1816, cuando el Congreso de Tucumán le dio por ley ese carácter. Un año más tarde, José de San Martín inspirado en Belgrano, dispuso su propio estandarte para el Ejercito de los Andes, diseño que adoptó la provincia de Mendoza para su bandera. Para 1818, se le incorporaría el Sol a nuestra insignia, pero solo restarían dos años para que, olvidado y pobre, Belgrano muera. Esta bandera es la que la República Argentina recibió en herencia.
Al finalizar la ceremonia, los presentes se trasladaron al salón de ingreso al Decanato, espacio donde familiares, amigos/as, compañeros/as y allegados/as compartieron con emoción la distinción. Desde la FCM les damos la bienvenida y les deseamos un buen ciclo.