El taller de presentación del Protocolo contra la violencia sexista pretende trabajar con el documento que aprobó la UNCUYO a través de su Consejo Superior en julio de 2017, inspirado en la aplicación de la ley 26485 de Protección Integral a las Mujeres. Uno de sus objetivos es poder trabajar con análisis de casos, situaciones concretas que preocupan a los docentes, y ver cómo se materializa el protocolo en estos casos. No sólo se hará un recorrido por el circuito para realizar una denuncia, sino también se conocerán cuáles son los espacios especializados en atender estas problemáticas, en este caso la Consejería de Género de la Universidad.
El Taller en la FCM tiene la finalidad de promover la formación en perspectiva de género para profesionales socio-sanitarios. “Es algo que cuesta mucho incorporar a la currícula, las leyes han ido más rápido que las políticas públicas, y entre ellas la política universitaria. Por eso es necesario este espacio de formación. Profesores, estudiantes y personal de apoyo no tienen espacios para incorporar esta herramienta a sus prácticas tanto educativas como socio-sanitarias”, aseguró la abogada Patricia González, miembro de la Consejería de Género de la UNCUYO.
En cuanto a la importancia de formarse en esta perspectiva, la profesional asegura que la clave es entender que “los principios para trabajar en violencia de género son muy específicos, no son los mismos que en el ámbito penal: nosotras partimos de que el relato de las mujeres es válido, nuestra intervención no está dirigida a comprobar la veracidad del relato de las mujeres”. Y en particular, en el ámbito de la salud esto es importantísimo, no sólo dentro sino también fuera de la universidad, porque los profesionales de esta área son una trinchera, son el primer espacio al que las mujeres recurren en situaciones de violencia. “Es muy importante que puedan conocer los indicadores, los circuitos de derivación y también cuáles son las medidas que promovemos que se tomen, dado que no siempre se denuncian”, comentó la letrada.
El Protocolo en la Universidad
El protocolo ha tenido un recorrido largo: su sanción definitiva en el Consejo Superior llevó dos años. La Facultad de Ciencias Políticas y Sociales fue la primera que incorporó un protocolo de intervención en situaciones de violencia que pueda sufrir cualquier persona que integre la comunidad universitaria. Ese primer paso promovió la final aprobación del Protocolo que contemple estas situaciones en toda la Universidad.
La importancia de la aprobación de este protocolo radica en el reconocimiento de que estas situaciones existen fuera de la universidad, por lo tanto también dentro de ella, y permiten crear los mecanismos asertivos para hacer cesar esa violencia y evitar que se repita.
Patricia González afirmó que “lo que también es muy importante es que no es un protocolo que queda en letra muerta, o que luego no hay equipos especializados que acompañan y velan por su implementación, sino que en la Consejería desde el primer día que se puso en funcionamiento hemos recibido consultas y denuncias”.
Acerca de la Consejería de Género
La Consejería de Género de la Secretaría de Bienestar Universitario ofrece información sobre género, sexualidad, identidad y relaciones amorosas, sexuales y afectivas, con un equipo de profesionales de derecho, psicología, trabajo social y educación. Es un espacio para escuchar, dialogar e informarse sobre distintas temáticas que promueven la toma de decisiones autónomas, garantizando intimidad y confidencialidad.
Busca promover la igualdad de género en el ámbito universitario, con el fin de erradicar cualquier forma de sexismo, discriminación y violencia contra las personas. En este sentido se plantean cuatro líneas de acción:
- Asistencia integral: red de abordaje institucional que garantice una atención y asesoramiento integral a personas que se encuentran ante alguna situación de violencia, sexualidad e identidad de género.
- Promoción y prevención: campañas de sensibilización; talleres de Género y Derechos Humanos; formación continua para los/as profesionales y trabajadores/as de la UNUYO; consejería en “Sexualidades y situaciones de Violencia”.
- Participación: foros y cine debate; participación estudiantil (Proyectos de Extensión); actividades artísticas y culturales en el Comedor; círculo de Mujeres; clínicas jurídicas en género y sexualidad.
- Sistematización de la información: registro de las actividades realizadas para planificar y elaborar políticas públicas con perspectiva de género en el ámbito de la Universidad; Observatorio de Violencia de Género para la producción de conocimientos, elaboración de diagnósticos y estrategias de prevención.