Ambos encuentros, llevados adelante velando condiciones básicas de seguridad epidemiológica, buscaron avanzar velozmente en el compromiso de ofrecer un servicio educativo alternativo al de la presencialidad, que pueda ser debidamente evaluado y acreditado.
Durante esta semana continuarán los encuentros con coordinaciones de año y direcciones de cursos de los restantes años de la carrera de Medicina, como así también con las coordinaciones de año y docentes de las Escuelas de Enfermería y Técnicos Asistenciales en Salud. Las reuniones son pautadas por los Departamentos de Educación a Distancia y Asesoría Pedagógica, constituídos en agentes instrumentadores de estrategias educativas excepcionales para hacer frente al actual contexto.
En virtud de la complejidad de la situación sanitaria que plantea la pandemia de COVID-19, el desafío pasa por establecer la mejor manera de adaptar los contenidos teóricos y prácticos a la modalidad virtual. Esto implica el desarrollo de estrategias didácticas y la adopción de nuevas herramientas tecnológicas, que serán puestas a prueba pero que ya están siendo valoradas por los/as docentes como "una ganancia" en el futuro horizonte académico de nuestra Casa de Estudios.
Además de establecer estrategias y criterios comunes, entre los que se cuentan por ejemplo no modificar horarios de cursado como una forma de mantener el orden preestablecido y no superponer obligaciones de docentes y estudiantes, las reuniones sirven para presentar herramientas que resulten óptimas desde lo funcional y lo técnico. Para ello es necesario sopesar tanto sus prestaciones y posibilidades en relación a los contenidos y prácticas de cada curso, sino también evaluar sus requerimientos de ancho de banda y consumo de datos, el equipamiento que demandan o su capacidad de ofrecer una experiencia amigable de uso.
Hasta el 31 de marzo, sin clases en aulas
A través de la Resol. N° 231/2020 RE, la UNCUYO amplió las medidas que anunció el viernes pasado, cuando resolvió modificar el cursado en sus unidades académicas y escuelas, pasando del modo presencial al virtual. En este sentido, el plazo de no asistencia a clases presenciales se extendió hasta el 31 de marzo inclusive.
Además, atendiendo a la resolución nacional 105/20, asegura el licenciamiento -con percepción de haberes- a quienes se encuentren dentro de los grupos de riesgo, razón por la cual tendrán justificada su inasistencia a los lugares de trabajo.
Por otro lado, modifica el horario de trabajo durante el lapso de la suspensión de la modalidad presencial, permitiendo comenzar las jornadas laborales más tarde. Asimismo, establece diferentes turnos de los agentes en las oficinas, para garantizar espacio suficiente y la separación mínima de un (1) metro requerido para cumplir con las medidas de prevención. Incluso dispone la posibilidad de trabajo “on line” desde el domicilio de los trabajadores, ajustado a la organización de equipos rotativos.
Por otra parte, licencia al personal con niñas y niños en edad escolar, “que acredite bajo declaración jurada la imposibilidad de recurrir a otros miembros de su familia o amistades” para su cuidado.
Además, y en base a la resolución 162/20 del Consejo Superior, promueve que aquellas personas que hayan viajado y provengan de países afectados por coronavirus, se abstengan de ingresar a la jurisdicción universitaria. Auspicia, en el mismo sentido, el “cierre provisorio” del establecimiento en donde surja algún caso sospechoso de haber contraído el virus.
Aclara también que cuando se reanuden las actividades en las unidades académicas, las autoridades deberán garantizar un uso de los espacios “al 50% de la capacidad edilicia”.
La norma suspende transitoriamente las clases y prácticas de estudiantes de Ciencias de la Salud en hospitales, centros de salud e instituciones “que concentren población en riesgo”; reprograma toda la actividad científica o académica; suspende actividades de extensión que impliquen concentración de personas; suspende concursos docentes y de personal de apoyo, colaciones de grado y prácticas “socio-educativas”. Todas estas actividades se normalizarán cuando el Gobierno nacional y el Comité de Prevención Epidemiológica de la UNCUYO, así lo recomienden.
Por último hace hincapié en “los procedimientos de limpieza y desinfección de los edificios, el mobiliario y los equipamientos afectados a las actividades y garantizar la provisión de suministros y las medidas de salud y seguridad protocolizadas”.