El lanzamiento de la Campaña de sensibilización y prevención de la violencia de género en el ámbito institucional se llevará adelante el lunes 3 de junio, a las 12:30, en el aula Amadeo Cicchitti.
Todo el personal docente de la institución se halla invitado, y autoridades universitarias han comprometido su asistencia en tanto esta acción implica comenzar a hacer efectiva la obligación legal establecida en la Ley N° 27.499, más conocida como Ley Micaela, a la que UNCUYO adhirió recientemente por decisión unánime del Consejo Superior.
Además de avanzar en el relato de los alcances de la Campaña, el encuentro permitirá la entrega de material muy útil para que el personal socio-sanitario pueda efectuar derivaciones e intervenciones cuidadas de mujeres y personas LGTBIQ en situación de violencia de género.
Un PDI, el antecedente de esta Campaña
El compromiso de la Asesoría Pedagógica FCM, como de la Consejería de Género de la UNCUYO, en la lucha por el derecho de las mujeres y personas LGTBIQ a una vida libre de violencia patriarcal, precede a la Ley Micaela y reconoce en la misma la fuerza de movimientos de mujeres y feminista en pos de lograr reconocimientos legales.
En 2017, y a lo largo de 2018 y 2019, la Asesoría Pedagógica ha venido trabajando en la implementación de un Proyecto de Desarrollo Institucional titulado "Lineamiento de trabajo en la Facultad de Ciencias Médicas sobre violencia institucional: el caso de la violencia de género" (24/2017 CD). Dicho PDI, surgido de la inquietud conjunta de las Secretarìas de Asuntos Estudiantiles y Posgrado, Relaciones Institucionales y Extensión, y de la misma Asesoría Pedagógica, hacía "foco sobre la violencia de género como manifestación paradigmática de violencia, dentro y fuera de la institución, permitiendo trabajar rasgos básicos de cualquier tipo de violencia".
Si bien se habìa puntualizado como destinatarios primarios a los/as estudiantes, se consignaba la transversalidad de la problemática de la violencia de género, planteando la necesidad de involucrar a toda la comunidad educativa de la FCM, por tratarse de un tema de salud pública y responsabilidad estatal. De esta forma, entre los objetivos se precisaba la "sensibilizaciòn sobre la naturaleza de la violencia de género, las formas en que se manifiesta y los lugares especializados donde recurrir", como así también la necesidad de "formar a docentes y estudiantes a través de intervenciones educativas específicas para cada uno, como cursos y talleres sobre la problemática" y de "incluir el tema en los contenidos curriculares".
En casi 3 años, se han materializado muchas acciones en el marco de este PDI y de la Ley 26.485 de Protección integral a las mujeres, norma que sirvió como apoyo jurídico a la iniciativa al diferenciar la violencia común de aquella que se dirige a individuos o grupos sobre la base de su género.
La Campaña
Busca capitalizar el camino ya realizado, y retomar los principales interrogantes que han surgido de los espacios de formación desarrollados durante los años 2017, 2018 y lo que va del 2019, para dar respuesta a preguntas recurrentes de personal socio-sanitario. Dichos interrogantes giran en torno a los circuitos de denuncia, derivaciones e intervenciones cuidadas, como así también la identificación de las formas de intervención social y sanitaria que configuran violencia institucional, revictimización de las mujeres y personas LGTBI. De esta forma, no sólo se avanza en el sentido de aclarar protocolos de denuncia sino que se promueven buenas prácticas.
Todos los ejemplos a emplear en las capacitaciones han surgido del trabajo en los espacios formativos.
La campaña prevé tres formatos:
- Gráfico: infografías destinadas a ser instaladas en los efectores públicos y aulas de la Universidad. De esta manera se buscará:
- llegar a la ciudadanía que accede a la salud pública, para que tenga más herramientas para ejercer sus derechos;
- llegar a los/as profesionales de salud, para facilitar el conocimiento de los circuitos de derivación y promover buenas prácticas;
- y llegar al personal de apoyo y estudiantes en formación.
- Digital, para descarga.
- Videos para promover su circulación por redes sociales.
Todos los materiales promueven espacios de intervención respetuosos y garantes del derecho de las mujeres y personas LGTBIQ a una vida libre de violencia patriarcal.
Ley Micaela y adhesión UNCUYO
La Ley 27499 se sancionó en diciembre de 2018 y establece la capacitación obligatoria en los temas de género y violencia contra las mujeres para todas las personas que trabajan en la función pública, cualquiera sea su nivel o jerarquía.
La UNCUYO ha adherido a esta ley, tomando el compromiso de capacitar en la temática de género y violencia contra las mujeres e identidades no heteronormativas a todo el personal docente, de apoyo académico, funcionarios y funcionarias de la UNCUYO, sin distinción de forma de designación y condición.
Además, es importante destacar el punto de inflexión que supone esta ley, ya que además de establecer la obligación legal de la formación con perspectiva de género para prevenir la violencia patriarcal, establece también la sanción en caso de incumplimiento. En su art. 8° prescribe que “las personas que se negaren sin justa causa a realizar las capacitaciones previstas en la presente ley serán intimadas en forma fehaciente por la autoridad de aplicación a través y de conformidad con el organismo de que se trate. El incumplimiento de dicha intimación será considerado falta grave dando lugar a la sanción disciplinaria pertinente, siendo posible hacer pública la negativa a participar en la capacitación en la página web del Instituto Nacional de las Mujeres.”
Si bien el programa Mujeres Libres, junto a la Dirección de Políticas Públicas y Planificación, dependiente de la Secretaría de Relaciones Institucionales, Asuntos Legales, Administración y Planificación, presentó en abril la propuesta de ordenanza que propone la capacitación sobre asuntos de género que implemente la Ley Micaela, nuestro PDI nos permite avanzar en una necesidad que no admite dilaciones.
Por qué el 3 de junio
La elección del 3 de junio no es caprichosa, y obedece al poderoso simbolismo que desde 2015 encierra el 3J Ni Una Menos.
"El 3 de junio es una fecha que sella un compromiso con la construcción de un movimiento transversal y poderoso, hecho de redes políticas de afecto y solidaridad, porque es la vida la que está en juego."