El jueves 4 de mayo, a las 13 h en el Aula Bicentenario de planta baja, la Facultad de Ciencias Médicas UNCuyo llevarmos adelante un necesario y adeudado acto reparatorio, en memoria de aquellas personas integrantes de su comunidad educativa que resultaron víctimas del terrorismo de Estado durante la última dictadura cívico-militar. La Reparación de Legajos, que se entregaron a familiares, se vió completada con la colocación de una placa recordatoria en los jardines de la Facultad y la inauguración de la exhibición permanente de los originales en la Biblioteca.
La FCM viene proponiendo el trabajo en Derechos Humanos a través de cursos, proyectos de investigación, extensión y formación. Ejemplos de ello son la libertad de expresión y libertad de cátedra, las formaciones de grado en materia de género y derechos humanos, las de posgrado en VIH e ITS con perspectiva en Salud Integral y Derechos Humanos, el Seminario sobre Salud Pública y Derechos Humanos, la charla sobre "Derechos Humanos, salud y educación" en el Ciclo de Información y Formación Prof. Ana Lía Vargas, las numerosas actividades organizadas por María Antequera, la primera secretaria de Derechos Humanos, Género, Discapacidad y Discriminación de FADIUNC, las charlas y muestras desarrolladas por el centro de estudiantes de la Facultad y por las agrupaciones estudiantiles.
Como parte de las actividades que forman parte de la agenda vinculada al Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia, que se conmemoró el 24 de marzo, la FCM dió un paso más en la tarea de reconstrucción de la memoria del pasado reciente.
En 2023, la FCM ha obrado la Reparación de los Legajos de personas que pertenecieron a la comunidad de la Facultad y que fueron víctimas de las violaciones a los Derechos Humanos a docentes, estudiantes, personal de apoyo y egresados/as durante el período de terrorismo de Estado.
La Reparación de Legajos consiste en hacer constar, en los legajos institucionales de estas personas, los motivos por los que se interrumpió su trayectoria laboral o académica con la inscripción “detenido/a-desaparecido/a durante el terrorismo de Estado” o “asesinado/a durante el terrorismo de Estado”.
Encuentra sustento en el Decreto 1199/2012 del Poder Ejecutivo Nacional, que dispone la inscripción de detenido-desaparecido en los legajos de personas con esa condición que formaron parte de la Administración Pública Nacional. Además, cuenta con antecedentes en las Universidades Nacionales de La Plata, Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Litoral y del Sur.
Como parte de los actos reparatorios, se instaló en un espacio público de la FCM una placa con los nombres de las personas detenidas-desaparecidas o asesinadas, y se realizó la entrega de una copia de los legajos a familiares de la persona víctima del terrorismo de Estado.
Además, los originales de los legajos permanecerán exhibidos públicamente en la Biblioteca, con la posibilidad de consultar copias impresas in situ.
Realizó sus estudios secundarios en la Escuela Normal “Tomás Godoy Cruz”, donde se recibió de maestra. En 1971 ingresó a estudiar Medicina. Fue secuestrada el 15 de mayo de 1976, en su casa de San José, Guaymallén, cuando con 23 años se hallaba cursando sexto año. A su mamá le decía "si creés que yo voy a tener una placa en la puerta, estás muy equivocada. Porque yo quiero ser médica rural, no me van a ver acá".
Transitó la secundaria en la Escuela de Comercio “Martín Zapata”. En 1974 ingresó a estudiar Medicina. Al año siguiente se casó con José Alcaraz, con quien tuvo un niño. Ella, junto a su esposo e hijo, fueron secuestrados en Guaymallén el 6 de diciembre de 1977, en el llamado «Operativo Escoba1». Martín permaneció secuestrado 24 horas con sus padres, hasta que sus abuelos pudieron dar con él. Adriana y José permanecen desaparecidos.
María Cristina nació en Mendoza el 8 de febrero de 1956. Concurrió a la Escuela de Comercio “Martín Zapata”. En 1974 comenzó a estudiar Medicina, carrera que cursó hasta tercer año. Era militante del Partido Comunista Marxista Leninista. El 26 de febrero de 1978, con 22 años, fue secuestrada en Mar del Plata, cuando se encontraba junto a su amiga María Elena Farrando.
Compañera de María Cristina D´Amico en la Escuela de Comercio Martín Zapata, donde se conocieron y se hicieron amigas. Ambas cursaron hasta el tercer año de la carrera de medicina en la Facultad de Ciencias Médicas de la Uncuyo, y militaban en el partido comunista marxista Leninista (PCML). Tenía 22 años cuando fue secuestrada junto a su amiga, en Mar del Plata, el 26 de febrero de 1978.
Secuestrado a los 29 años, en marzo de 1976, en Tucumán. Se lograron identificar sus restos en el llamado Pozo de Vargas, de Tucumán. Era profesor de la Cátedra de Anatomía de la FCM UNCuyo y Jefe de Residentes en el Hospital Central de Mendoza. Militaba trabajando en barrios populares como el Barrio Espejo en Las Heras, junto a su esposa, Mercedes Salvadora Vega. El Centro de Salud de dicho barrio lleva sus nombres.
Desaparecida el 7 de junio de 1976. En 1968, cuando tenía veinte años, ingresó a la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCuyo, donde en setiembre de 1974 obtuvo el título de Médica.
Desaparecida el 8 de junio de 1976. María Cristina con su vocación de médica y su sensibilidad social participó de campañas de vacunación y dictó cursos de primeros auxilios. La joven ayudaba en barrios carenciados como el Infanta, cercano al barrio San Martín. Según el relato de su pareja, Oscar Rojas, ambos sostenían un consultorio destinado a sectores populares en el barrio Independencia, donde atendían dos veces por semana.
Desaparecido el 22 de noviembre de 1975. Al momento de su captura, «el Chino» tenía 24 años y cursaba cuarto año de Medicina. Fue visto con vida por última vez en la Compañía 8va. de Comunicaciones, y presumiblemente fue muerto en ese lugar. Continúa desaparecido.
Muere en junio de 1975, a los 26 años, siendo estudiante de cuarto año de Medicina.Tras un confuso accidente vial, fue internada con heridas leves. Un médico le dijo a la acompañante “tenemos que hacerle unas placas y después le damos el alta. Vaya hasta la farmacia de acá enfrente y me trae esto”, y le entregó una receta. La prima de Gladis tardó entre 20 y 30 minutos en hacer el mandado. Cuando regresó al hospital no la dejaron entrar a la sala. “La paciente se descompensó súbitamente y falleció”, le dijeron.
Desaparecida embarazada el 16 de setiembre de 1976. María Inés estudió para instrumentista, trabajaba en el Hospital Central y era docente en la Facultad de Ciencias Médicas. Oscar Rojas recuerda: “Inesita era de familia patricia. Un encanto de mujer y profesionalmente impecable. Me ayudó en cirugías del Hospital Central en el Servicio de Cardiocirugía del cuarto piso y en Cirugía Experimental de la Facultad”.
Desaparecida embarazada el 13 de septiembre de 1977. Ejerció la docencia en tres escuelas: Nuestra Señora del Rosario, en Lavalle, en la Escuela Técnico Agraria de Costa de Araujo, y en el Magisterio, lugar de donde fue secuestrada. Además, daba clases de Física en el preuniversitario de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCuyo.
Para el primer año de gestión, el eje articulador de trabajo se enmarca en la celebración de los 40 años del retorno de la democracia a Argentina y de los derechos humanos como elemento esencial de una sociedad democrática.
La creación del Área de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Cuyo, a cargo del Vicerrectorado, pretende ubicar a la perspectiva de los Derechos Humanos, junto con la sostenibilidad, como eje transversal de gestión.
La propuesta reúne las acciones que se desarrollan en las distintas unidades académicas y dependencias de la UNCUYO con respecto a la defensa, promoción y protección de los Derechos Humanos en todas sus dimensiones dentro del ámbito universitario y su vinculación con la sociedad.
Debe ser misión de la Universidad promover procesos de enseñanza-aprendizaje desde una perspectiva de derechos, impulsar la reflexión crítica en sus estudiantes y construir relaciones democráticas, inclusivas, igualitarias y plurales, pensando a la educación superior como un derecho humano.
Cuando se plantea la promoción de derechos, se piensa en su democratización y en la necesidad sentida de que la UNCUYO institucionalice esta política. Partiendo de la historia argentina reciente, es fundamental sostener el abordaje troncal de Memoria, Verdad y Justicia pero también es vital incorporar nuevas demandas de la sociedad como el respeto por los derechos de las mujeres y las disidencias, de los migrantes, de la protección del ambiente, entre otros.
Las líneas de trabajo del Área de DDHH son:
A fines de 2022 se conformó el Consejo Asesor de Derechos Humanos, que funciona en el seno del Área y que tiene como misión conformar un espacio de diálogo y cooperación, entre la UNCUYO y las organizaciones e instituciones vinculadas a los DDHH, buscando promover el debate de los principales problemas e impulsar actividades conjuntas atendiendo a su carácter multidimensional.